7 de Diciembre 2004

:: ¿Lo hacemos en red? ::

Trabajo en Mérida, en una institución pública designada como rectora en temas de ciencia, tecnología e innovación en el ámbito regional. Aunque tenemos varias unidades operativas, la ejecución del 95% de los programas de la institución recae en la Unidad de Gestión, con 7 miembros, y la de Informática con 4. El 90% de su plantilla está conformada por mujeres y buena parte del personal encargado de gestión de proyectos tiene, al menos, cursos de Maestría.

El Presidente de la institución no llega a los 40 años y el promedio en edad de los miembros de la unidad "pensante" de esta institución no pasa de los 35. El trabajo administrativo tedioso (cartas, invitaciones, solicitudes burocráticas, gestiones internas de materiales de oficina) es realizado por personal de becas trabajo proveniente de la Universidad de Los Andes y con un 95% de personal femenino y menor de 20 años a quienes se les suministran cursos de capacitación y en general con un nivel de eficiencia muy bueno. El trabajo administrativo "delicado" (emisión de cheques, autorización de compras, pagos, etc.) recae en todo el personal mayor de 40 años y con unos 20 años, en promedio, de antigüedad en la institución ....
¿Por qué digo todo ésto?
La institución tiene varios proyectos "bandera". Dos de ellos lo constituyen la construcción de "Redes de Aliados" y de "Redes de Innovación Productiva" en determinadas áreas de forma que la solución de problemas puntuales, susceptibles de ser traducidos en proyectos de ciencia y tecnología, pasa por la articulación de un trabajo conjunto entre actores clave dentro de cada área. La institución tiene seis áreas de atención focal: salud, educación, PYMEs, agroalimentación, TICs y ambiente, y en cada uno de ellos, para cada problema surgido el sustrato de la solución se encuentra en la articulación de acciones conjuntas entre las instituciones involucradas. Estas redes de aliados funcionan, y bien, en las áreas en que ya están marchando: manejo de cuencas, certificación de semilla de papa, fruticultura, truchicultura, salud y educación ... y tienen mucho empuje en áreas de reciente diagnóstico como las PYMEs
Como institución, mi lugar de trabajo se ha convertido en uno de los líderes en la conformación regional de redes de cooperación que, se supone, redundarán en el afianzamiento de la idea del desarrollo endógeno local. Sin embargo, y pese a la juventud de sus miembros, los procesos internos encuentran una resistencia férrea en el área administrativa encargada de los procesos más delicados (pagos, autorizaciones de equipos), en manos, precisamente, del personal más antiguo de la institución y de la menor porción del personal nuevo y joven que, lamentablemente, se ha contaminado de las prácticas burocráticas engorrosas.
Tenemos, si se quiere, una suerte de "esquizofrenia administrativa" que nos lleva a tener un cerebro pensante increíblemente activo pero un cuerpo andante tremendamente reactivo. De esta forma, buena parte de nuestros esfuerzos se escapan en intentar vencer resistencias internas a cumplir con compromisos inmediatos no planificados pero necesarios, y a asistir a la institución en todo el trabajo relativo a "Tejer redes de confianza" en nuestro Estado. Pese a todo ello, y básicamente derivado de la actitud de "broker" del presidente de la institución, nuestra posición es privilegiada, y las redes comienzan, cada vez más, a funcionar no sólo de forma nominal sino también de forma operativa.

Esto que digo no es nada nuevo... ya estudios organizacionales, aún los que no se basan en estudios de redes, han demostrado cómo buena parte del control de las organizaciones recae en unidades que, burocráticamente hablando no tienen mucho peso administrativo en el organigrama. Sin embargo, debería haber alguna forma, desde la óptica de la gestión de redes, en la que estas resistencias pudieran vencerse ... ¿alguna idea?

Saludos
Mariangela

Escrito por policynetworks a las 5:58 AM | Comentarios (5) | TrackBack